domingo, 27 de febrero de 2011

Conducción Colérica

No sé si sois de esos conductores que enlazan vocablos mal sonantes al volante. Yo sí. y la verdad es que es una movida jodida. Es una lucha diaria contra la peña que no tiene ni puta idea de conducir y que te saca de tus casillas. Malditos cabrones, deberían pasar por la autoescuela de nuevo porque está visto y comprobado que no aprendieron nada.

Esto es como rezar, cada día sales con la lección aprendida. Veamos, hoy que me toca 2 Aves Marías y 3 Padres Nuestros. Pues lo mismo, a ver la libreta, hoy me toca 8 Hijos de puta, 9 Me cago en tu puta madre y 5 Gilipoyas. Visto, sales, te montas en el coche libreta en mano, arrancas y a empezar a tachar.

Primera rotonda, un tío se mete en ella sin importarle que estés tú circulando. Primer tachón y la madre que empieza la mañana recordándote lo bien hablado que eres.

Vas por la autovía, un hijo de puta ’inglés’ que va por la izquierda, segundo tachón, le pitas y nada, tercer tachón, le haces las luces y le vuelves a pitar (la madre también se altera, pero por tu culpa), cuarto tachón… Al final acabas adelantándole por la derecha mientras con una mano enlazas el quinto con el séptimo tachón y con la otra le haces el fuck you (la madre no da crédito y se inclina hacia delante para que no le vean).

Llegas a la ciudad, como no, en hora de entrar a currar. Rotonda de 4 carriles, y el gilipoyas que tienes a tu derecha sufre un lapsus mental y se olvida de que las rotondas son circulares y no rectas. Octavo tachón y la madre resignada.

Dejas a tu madre en el curro, y te percatas de que llegas a clase justo, o incluso tarde por qué no decirlo, 20 minutos de retraso ya es tarde. Será cuando te des cuenta que no llevas ni la mitad del cupo de frases del día tachadas, así que aprovechas lo que te queda de trayecto para  conducir temerariamente y encima echar la culpa a los demás por llegar tarde. Entonces enlazas otro combo y te quitas 5 frases casi del tirón, que aunque no tengas razón cuentan, el caso es cumplir objetivos, y ya que el de llegar puntual a clase ha fracasado, por lo menos se intenta no estar en deuda con la libreta.

Llegas a la universidad, aparcas, apagas el motor y haces recuento: 13 frases tachadas de 22. El último tirón te sirve para hacer la vuelta más tranquilo, ¡pero ojo! no hay que relajarse.

Acabas tu jornada en la escuela y vuelta a por tu madre y para casa.

A mitad camino por ‘h’ o por ‘b’ o porque se te han cruzado demasiados cabrones, te das cuenta que ya has llegado a los 22, pero tu espíritu de superación te pide más y más, hay que alcanzar un nuevo récord personal. Inconveniente, de repente todo se calma y se te empieza a joder el récord, cosa que no puedes permitir por lo que coges un ‘atajo’ para llegar a casa. Tu madre desconcentrada y con la cabeza como un bombo de tanto oírte blasfemar se cuestiona si el nuevo camino es el más adecuado… Más tarde se dará cuenta de que no, pero no será hasta llegar al garaje y ver tu cara de felicidad al batir tu propio récord cuando le encuentre el sentido al nuevo trayecto.

Y nada, así es como paso mis viajes en familia, otro día os cuento como hacer flores de papel con los pies mientras conduces.

Salud/os!

domingo, 20 de febrero de 2011

Ice Peak TV

¿Qué sentimiento os produce la televisión? ¿Este tal vez?

¿Qué os viene a la mente? ¿Algo parecido a esto?

Pues tenéis suerte porque mi mente se encuentra con esto otro

Puede que a ti no, pero a ti sí que te tengo que dar las gracias por ver a este tipo de troles en la tele, así que tengo varias preguntas que hacerte:
  1. ¿Te divierte la vida de los demás?
  2. Si no te importa una mierda cualquier personaje televisivo ¿Por qué te importa su vida?
  3. ¿Eres más feliz así?
  4. ¿No tienes nada mejor que hacer? ¿Nada de nada? ¿Seguro? No te voy a dar otra oportunidad, pasemos a la siguiente y última pregunta.
  5. ¿De verdad prefieres ver tele basura a algo que reduzca tu ignorancia?
 
El otro día vi en la tele el final de un debate titulado “¿Tenemos la televisión que nos merecemos?”. Si tengo que responder a esa pregunta diré que unos tienen la tele que se merecen, y otros no tienen ni la tele que se merecen ni la tele que quieren. Yo personalmente me meto en el segundo saco, creo que no me merezco la mierda que se emite, y por supuesto no es eso lo que quiero ver, por ello cada día no sólo veo menos la televisión sino que me da más ASCO, y lo digo con mayúsculas, todo lo relacionado con ella, véase programas, véase directores, véase contertulios, véase presentadores/as, etc.

El dinero es el que manda (como en todo, para qué engañarnos) por ello nos intentan meter bazofia en la mente, y como en muchas personas tiene resultado pues la cosa cada vez va a más debido a la voracidad del ser humano.

Lo que podía ser un gran invento no lo es gracias a cierto tipo de personas entre las que me siento orgulloso de no estar.

La sociedad se va degradando y algunos inocentes somos arrastrados. ¿Qué podemos hacer? Pues sinceramente no lo sé, creo que lo mejor será seguir haciendo lo que hasta ahora, mirar hacia otros lados y hacer reflexionar a la gente, pero es tanta que no sirve de nada.
 
En fin, ya han acabado los anuncios, corre de nuevo al salón.

Salud/os!

domingo, 13 de febrero de 2011

Los huevos del caballo de Espartero ¿Mito o realidad?

A muchos os habrán dicho “Tienes más huevos que el caballo de Espartero”. De normal uno no se para a pensar el origen de estas frases que lleva oyendo toda su vida desde pequeño. Sabe el significado, pero no indaga en el porqué de la frase, y si no te lo han contado, estás en la ignorancia permanente.

Como dicen que una imagen vale más que mil palabras, le meto un coeficiente de seguridad y pongo 2 que valen más que 2 mil palabras, así me curo en salud.

Juzgar vosotros, yo no los veo tan exagerados, creo que van en proporción con el caballo. Aún así me queda la duda de si en vivo la cosa gana, por ello, y a falta de poder ir  a corroborarlo, he estado investigando por webs, leyendo opiniones acerca de los huevos del tan citado caballo, observando  imágenes hasta ver testículos por todos lados, incluso me he aventurado a pillar el Google Street View y ver la estatua desde diferentes ángulos… Pero nada, las dudas sobre si esos cojones merecen una frase por su tamaño no se me iban. Hasta que di con la clave, una imagen reveladora que no deja margen para la duda.


Qué queréis que os diga, ni punto de comparación, eso sí que son unos huevos como dios manda. No sé, reflexionando un poco quizás sería conveniente cambiar la frase y decir “Tienes más huevos que Pepe el Lechero”… ahí lo dejo caer.

Salud/os!

P.D: Ahora ya sé por qué la leche es blanca

domingo, 6 de febrero de 2011

Los Pueblos


Los pueblos han cambiado mucho, ya no son lo que eran, ahora ser de pueblo en muchos casos es como ser de ciudad, no tienes por qué ser un cerril analfabeto con boina y vara que no ha visto más mundo que el de 20km a la redonda. Aunque yo prefiero ser un Paco Martínez Soria a un vándalo cool como los hay ahora, todo hay que decirlo.

Antaño la gente respetaba su pueblo, lo trataba casi como su casa, incluso los que tenían la casa llena de mierda no cambiaban sus costumbres. Ahora pases por donde pases o te encuentras una mierda de perro o cualquier desecho inorgánico que haya pasado por las manos de un ser humano. Claro ejemplo son los parques, invadidos por bolsas esparcidas del McDonal’s… “I’m lovin’ it” sí. ¿Hasta qué punto vamos a llegar? Pero eso no es lo peor, hay cosas más salvajes, pero tampoco es lo peor, lo peor aún está por llegar, y entonces las ratas tomarán el pueblo y todos nos lamentaremos. Será cuando busquemos ayuda en las palomas, las otras ratas, las del aire, esas que se comen todo, las que no paran de cagarse en los edificios y no aportan nada bueno... ¡Coño! Por algo las llaman las ratas del aire.

(Finalizado el momento de paranoia, sigo con el tema si no os importa)

Antes la gente se iba de los pueblos a la ciudad para ampliar horizontes y abrirse al mundo. Ahora es al revés, la gente se va de las ciudades a los pueblos buscando una mejor calidad de vida. ¿Quiénes eran los listos entonces, los campesinos o los aburguesados? Pues ni los unos ni los otros, los 2 pero a medias. Unos fueron listos por irse a la ciudad para prosperar, pero tontos por quedarse demasiado tiempo. Y los otros fueron tontos de querer progresar y subir escalones en una sociedad de “bien” y listos en pirarse de ella años después. Eso sí, es cierto que hay excepciones, como también hay pueblos y pueblos. No es lo mismo irse de un pueblo de 80 habitantes en el que el más joven es un solterón que tiene los 30 pasados, y en el que el futuro está un poco negro, que irse de uno de 7000 con tu vida sacrificada pero asentada y con perspectiva de buen futuro. Éste último podría ser el caso de mi pueblo, que desde hace unos años atrás se ha ido invadiendo de pijos procedentes de la ciudad y a los cuales no has visto en tu puta vida (ni ganas, la verdad).

Antes en los pueblos se respiraba fraternidad, colegueo, buen rollo, compañerismo, todo el mundo se conocía y se respetaba, aunque también los habían que estaban reñidos, pero lo normal en un pueblo, cosas de los lindes de los terrenos. Ahora, como acabo de decir, vas por la calle y no conoces a la mitad de la gente con la que te cruzas… ¡Hostia! El otro día fui al Mercadona de aquí del pueblo y digo, ¡joder! ¿estoy en Picanya o en la escuela de Ingeniería Aeronáutica? No conocía absolutamente a nadie, y vale que no sea un pierde casas que está todo el día de gambiteo por ahí, incluso que me cague en las personas, ¡pero joder! a alguien conoceré, de pequeño sólo me faltaba dormir en la calle, si hasta mis padres se pensaban que me había buscado otra familia (buscado sí, pero encontrado no).

Me pregunto qué habrá sido del “Cinc duros”, “Calleja” y compañía. Yo a esos abuelos los veía como inmortales, además que se les veía sanos. En fin, supongo que como muchos contemporáneos suyos  también habrán cruzado la calle al otro barrio. Un minuto de silencio por ellos.


Lo que también ha cambiado, aunque esto ocurre tanto en pueblo como en ciudades, es el respeto hacia la gente. Hipócrates dijo “Los jóvenes de hoy no parecen tener respeto alguno por el pasado ni esperanza ninguna para lo porvenir” y hoy en día, y más que nunca, sigue siendo cierto. Antaño el joven hablaba de usted al mayor, al padre, a la madre y al burro que vivía en la cuadra. ¿Ahora? Ahora a los críos le suda la poya todo, son unos perdonavidas, no les puedes decir nada porque se les pone la mirada ensangrentada y te puedes llevar una hostia en ¾ de segundo. ¿Pero esto qué es señor mío? Antes eran los profesores los que te sacudían, ahora es al revés, ¡y encima te graban con el móvil! Ya lo dijo Sócrates “Los jóvenes hoy en día son unos tiranos. Contradicen a sus padres, devoran su comida, y le faltan al respeto a sus maestros”.

En fin, el tiempo pasa, las costumbres cambian, las buenas se van y dan paso a las malas, y el respeto desaparece. ¿Esto es lo que quieres? Pues educa a tu hijo como se educaba antaño pero aprovechando los medios  de ahora, si no puede que algún día te escupa en la cara. Según el moralista Joseph Joubert “Es preciso considerar el pasado con respeto y el presente con desconfianza si se pretende asegurar el porvenir”. Quizás algunos lo entendáis mejor así:


Una última cita: “Siempre es más valioso tener el respeto que la admiración de las personas”. Jean Jacques Rousseau

Salud/os y RESPETO.