lunes, 2 de mayo de 2011

Fútbol: ¿Evolución o Involución?


Que el fútbol ha cambiado con el paso del tiempo todo el mundo lo sabe, es algo lógico y normal, pasa con muchas cosas en la vida.

Por mi edad no soy el más indicado para valorar los cambios y hacer comparaciones, ya que no he mamado el suficiente fútbol de otras épocas como para hacerlo. Pero aún así me gustaría dar mi opinión al respecto, la cual reconozco que será más subjetiva que nunca.

La evolución ha tenido cosas buenas y malas. El fútbol que se realiza ahora es muy distinto al de hace 20 años atrás, mucho más organizado, mucho más táctico, jugado con más cabeza. Para mí éste es un aspecto en general positivo. Ésta quizás era la evolución natural a la que estaba destinada, en principio nada de lo que sorprenderse.

Luego tenemos el tema del dinero, otra evolución que estaba más que cantada y que se ha escapado de las manos. Es cierto que el fútbol mueve y genera mucho dinero, pero las cifras son extremadamente exageradas. ¿La culpa de esto? Sin lugar a dudas el consumismo en el que se ve envuelto la sociedad, que es lo que se nos intenta meter en la cabeza, y por lo visto con éxito. Por poner un simple ejemplo y no extenderme mucho en este tema, todos sabemos que las camisetas cuestan un ojo de la cara y que perfectamente se podrían rebajar a la mitad de precio, sin que las marcas ni los clubs dejaran de ganar dinero. La gente no es tonta y esto lo sabe, como también sabe que está destinada a pagar un dineral por la camiseta, y esto lo tenemos asumido, que es lo peor, y por ello lo aceptamos. Si empezamos así con todo, es decir, a bajar cifras en los ingresos (todos y cada uno), todo se quedaría igual que está ahora en el tema futbolístico, los clubs invertirían menos dinero en fichajes pero éstos tendrían un menor coste, con lo cual nos quedamos donde estamos pero sin manejar ni crear cantidades de dinero que asustan. Está claro que el nivel de vida sube, pero creo que en el fútbol este nivel se dispara.

Y de los sueldos de los futbolistas ni hablemos, antes no vivían tan bien. En fin, más de lo mismo.

Eso en cuanto al tema económico, en cuanto al tema puramente futbolístico no me gustan ciertas cosas. Antes se daban palos de verdad, recibían entradas durísimas por todos lados, y conforme las recibían, se levantaban sin protestar al árbitro y sin recriminar al leñero como se hace ahora. No estoy diciendo que no se protestara, que en algunos casos era así, lo mismo me he expresado mal, quiero decir que no se protestaba al nivel que se hace ahora. Sinceramente me entristece que se haga teatro, que un jugador se quede un minuto tirado por una entrada. Si no se puede mover, el árbitro debería dar paso a la asistencia médica y para afuera. Y si es teatro, lo mismo, que lo haga fuera del campo, verás cómo se acaba pronto la función. Se pierde bastante tiempo en muchas faltas, el árbitro se recrea y se encanta en alguna que otra acción pitada. Antes las tarjetas se apuntaban con más brío y los jugadores no tardaban tanto en sacar las faltas, permitiendo que el espectáculo no se detuviera más de lo necesario. En fin, me gustaría que hubiera un cambio de actitud por ambas partes, por parte del árbitro y sobre todo por parte de los jugadores, como también me gustaría que a éste no se le recriminara tanto, es excesivo el linchamiento que sufre, a veces con motivo y otras sin él, pero en cualquier caso en muchas ocasiones innecesario y desproporcionado. Y por mucha razón que se tenga, el árbitro es el que manda, y una vez pita no hay marcha atrás (salvo raras excepciones). Con esto no quiero decir que el fútbol sea una procesión de semana santa, ni de lejos, el recriminar y quejarse al árbitro forma parte de la salsa del fútbol, pero las intimidaciones más allá de lo lógico y normal sobran. De verdad, en este aspecto me parece que el fútbol a involucionado y no me gusta nada, me llega a entristecer, incluso a dar asco, que se quiera parar tanto un espectáculo, porque el fútbol no deja de ser un espectáculo, además de un deporte, que como tal debería ser limpio, y no me refiero a limpio en cuanto a entradas, que también, aunque yo sea del club de Chuck Norris, sino limpio en cuanto a actitud, sin trampas, ni picaresca, ni marrullerías. Para engañar tienes otros deportes como el truc o el póker.

Se habla demasiado de los árbitros, antes y después de los partidos. Que se hable después lo  entiendo, pero que se hable antes sobra. No se consigue nada positivo con ello, sino más bien todo lo contrario, crear polémica (que es lo que busca la prensa y lo que no es la prensa) y coaccionar al árbitro, que probablemente saldrá condicionado, presionado e incluso si está falto de un poco de carácter, con los huevos de corbata. Y si ya de por sí fallan (como cualquier ser humano), no te quieras imaginar lo que puede pitar cuando tiene presión. ¿O creéis que eso un árbitro no lo siente? Pues claro, como cualquier persona, y evadirte de ello es muy complicado. Yo honestamente prohibiría que se hablara de los árbitros antes de los partidos, y por consiguiente prohibiría que en las ruedas de prensa se realizara ninguna pregunta al respecto, no va a ningún lado. Después de los partidos pues habrá que dar una opinión del partido, y el partido también lo juega el árbitro, para bien o para mal, y en este deporte está expuesto a ser juzgado, eso es algo inevitable, así que no me parece mal que se le valore por su actuación, independientemente de que se ponga como excusa, se le culpe de tal o cual. Eso es lo que hay, cada uno es libre de decir lo que piensa y muchos ya somos mayorcitos como para creernos o no lo que se dice. Que uno diga una cosa no significa que sea verdad (ni falso).

En fin, a lo del árbitro desgraciadamente me he acostumbrado, a lo que no me acostumbro es a ver jugar a fútbol con tacones y falda, esto es un deporte de hombres (si lo practican éstos), un deporte de contacto (que no es lo mismo que Full Contact). Cuando veo un partido de fútbol quiero ver fútbol, para ver mujeres me compró la Playboy.

Salud/os!


P.D: Por favor que no salga el tonto de los cojones a llevar mis palabras a su terreno. No he puesto ejemplos, no he citado a nadie, lo que he dicho lo digo de forma genérica y mis palabras son aplicables a todos en general y a nadie en concreto. Aclaro esto para que nadie se envalentone sin razón. Somos personas, sabemos razonar y manipular, utilicemos lo primero y evitemos lo segundo.